¡Qué bueno y

despertar con este desayuno!
Las magdalenas o los bizcochos de las ocho.
Los churros con chocolate,
o las tostadas con aceite y tomate.
Mi té o mi cafelito,
con croasan u otro pastelito.
Los bollos de leche o el paté
que hacía la tía Esther.
Con esto sí que me levanto
en un santiamén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario