jueves, 26 de mayo de 2011

Limericks II



Los limericks son poemas cortos, generalmente divertidos y chistosos. Tienen su origen en la ciudad irlandesa de Limerick, por eso se denominan así.

Para escribir un Limerick debes seguir una estructura determinada:




1. Tienen cinco versos.
2. El primer verso rima con el segundo y con el quinto.
3. El tercer verso rima con el cuarto.

Los versos, además deben seguir las siguientes pautas:

Primer verso - Define al protagonista.

Segundo verso- Indica sus características.

Tercero y cuarto versos- Se cuenta algo sobre el personaje.

Quinto verso- Termina con un adjetivo extravagante, raro, extraño o sorprendente. En este último verso se repite el nombre del protagonista del primer verso o se puede repetir el primer verso entero
.




Furia era un caballo de los setenta,
que yo veía por la tele muy atenta.
Su amo, un niño de rubio pelo,
que lo amaba y cuidaba con esmero.
El caballo obedecía, si le daba hojas de menta.

martes, 24 de mayo de 2011

Oda al desayuno

Una oda es una composición poética en la cual se expresa la admiración exaltada por algo o alguien. Es un poema que se escribe para ser cantado.


¡Qué bueno y que oportuno
despertar con este desayuno!
Las magdalenas o los bizcochos de las ocho.
Los churros con chocolate,
o las tostadas con aceite y tomate.
Mi té o mi cafelito,
con croasan u otro pastelito.
Los bollos de leche o el paté
que hacía la tía Esther.
Con esto sí que me levanto
en un santiamén.

lunes, 2 de mayo de 2011

Ejemplos sobre la forma de tener miedo


Julio Cortázar
nos invita a tener miedo.



Me encontraba sola
en casa. Era una noche de invierno, llovía con intensidad. Había tormentas, truenos y mucho viento.
No podía dormir. Estaba sentada junto al televisor haciendo zaping sin ver nada cuando de pronto hubo un apagón, el miedo se apoderaba de mí por segundos.
Me quede inmóvil en el sofá y tapándome la cara con una manta. Oía ruidos extraños. Sentía la presencia de alguien. No sé cómo pude levantarme y me fui corriendo para la cama. Con las prisas tropecé con algún mueble y algo cayó al suelo que se rompió, ya sí que creía morir de miedo. Cuando por fin llego al dormitorio noto que una ventana está entre abierta, seguro por el aire, y las cortinas se balanceaban. Vuelvo a levantarme para cerrarla y de nuevo tropiezo y ahora sí que me caigo. Fue horrible. Por fin llego la luz y el sueño me venció A la mañana siguiente desperté y me reía de mi misma y pensé que todo era creado por la imaginación.