(ANA)
domingo, 28 de febrero de 2010
Poema ( dedicado a Andalucía)
(ANA)
Himno de Andalucía
Otro punto de vista
El maniquí
Ella era una vendedora de lotería y todos los días pasaba por allí, pues cerca se encontraba su kiosco de la Once. Estaba en un escaparate de unos almacenes ya muy viejo, por supuesto era un maniquí. La mujer pensaba que estaría muy solo, aburrido por estar siempre en el mismo sitio y que no tendría a nadie. Sentía mucha pena por él. Cada vez que pasaba se quedaba mirando el escaparate, algunas veces fijamente y otras de reojo para que él no se diera cuenta. Transcurrían el tiempo y cada vez pasaba más tiempo frente al escaparate, sin duda se había enamorado del maniquí. Se llegó a obsesionar de tal manera, que enfermó. Transcurrieron varias semanas hasta que de nuevo volvió a pasar por allí. ¡Oh! ¡que desilusión!, ya no estaba. Habían quitado a su amor del escaparate, el maniquí. Fue tanta la pena que le produjo que enfermó gravemente y murió de amor.
Para que vean que de amor, también se muere...
La hipótesis fantástica
¿ Qué pasaría si notaras que te están saliendo alas?
Os voy a contar un sueño que tuve. Resulta que iba con mi coche conduciendo, cuando de pronto me vi en un gran atasco. Era la hora punta de los trabajos, un calor asfixiante, no podía salir de allí.
Se escuchaban las voces de los conductores gritando y el sonido de los claxons que no cesaban de sonar. Yo me quería morir, iba con el tiempo justo para recoger al niño de la guardería y encima me había dejado la comida cociendo a fuego lento. Estaba muy agobiada.
Sentí un picor por la espalda que iba en aumento por minutos, me pasé la mano por ella y que susto me llevé al notar unos bultitos a cada lado que se iba transformando poco a poco en unas alas, sí increíble, pero cierto.
Abrí la puerta del coche para escapar del miedo que tenía, pero lo mejor fue que salí volando.
Aquello fue todo un espectáculo, la gente miraba asombrada sin dar crédito a lo que estaban viendo sus ojos. ¡Qué bonito volar! Me sentí libre y pude escapar de aquel atasco.
Cuando mejor me lo estaba pasando, sentí una voz al oído, decía:
- Mamá, despierta que te has quedado dormida…
Era mi hijo.
¡Qué dulce sueño!, pero como decía Calderón los sueños, sueños son.
lunes, 22 de febrero de 2010
poema ( Rafael Alberti )
La paloma
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)
Poema ( Jose Mª Pemán )
LA CALETA
¡ Ay, que dolor!
Aquel niño marinero,
moreno de brisa y sol,
aquel niño marinero
y a ratos mariscador,
aquel niño -¡ay, que dolor!-...
me lo apuntó la otra tarde.
señor alcalde mayor,
un mal guardia en su libreta.
¡ Todo porque se bañó,
la otra tarde -¡ay, que dolor! -...
en aguas de la Caleta
desnudito como un dios!
domingo, 21 de febrero de 2010
La trama, el nudo...
LA TRAMA DE PEPA
Desde que nos conocimos aquel sábado en ese cine, cada vez eran más frecuentes nuestros encuentros. Un día me iba a buscar a mi casa, otro me recogía del instituto y muchas veces hacíamos novillos. Nos reuníamos en un chalet que sus padres tenían en las afueras de la capital, donde pasaban las vacaciones.
Yo, la mayoría de los días me saltaba las clases, tanto era que los profesores avisaron a mis padres. La cosa se me puso cruda, pues me castigaron sin salir y al instituto me llevaban y a la salida me recogían. Fue un calvario, no comía, no dormía, no obedecía a nada ni a nadie,
estaba nerviosa, era una rebelde sin causa. Estuve hasta con un psicólogo. Me harte de todo esto y sin pensármelo dos veces me escapé de casa con él. Pasamos unos días maravillosos. Pero como todo lo bueno dura poco, esto acabo y mi padres me encontraron. El castigo fue mayor, me llevaron a un colegio privado a otra ciudad y por cierto bastante lejos de donde vivíamos.
Así pasaron los meses y hasta cuatro años. Ya había cumplido la mayoría de edad. Fui a buscarlo, él aún me esperaba. El encuentro fue inolvidable. Luis ya se había graduado y decidimos casarnos cuando yo terminara mis estudios.
Había sido toda una aventura que al final...
lunes, 15 de febrero de 2010
Y ahora probamos con el final...
LOS FINALES DE PEPA
ACCIÓN:
¡Cómo me alegro de haber decidido ir al cine aquel sábado!...aunque fuese sola. Ese día encontré al hombre de mi vida, la persona más maravillosa que existe. He cambiado mucho, mejor dicho él me ha cambiado, ha cambiado mi vida, todo. Desde ese día soy la mujer más feliz del mundo.
DESCRIPCIÓN:
Muchas veces me acuerdo de aquel cine. Su gran pantalla, las butacas, las cortinas, su moqueta roja…
La película, que no vi, porque sólo prestaba atención a él. Quizás era un cine corriente, pero a mí me pareció precioso. Hoy que ya han pasado veinte años, todavía me parece que fue ayer.
DIÁLOGO:
- ¿Te acuerdas, Luis cuándo nos conocimos en aquel cine?
- Sí, claro, Lola. ¿Cómo iba a olvidar algo así? ¿Y te acuerdes tú que graciosa estabas con mi chaqueta?... ¡Con lo grande que te quedaba!.
- Sí.
- Luego te acompañe hasta tu casa, dando un paseo. ¡Y con lo que llovía y sin paraguas! Íbamos empapados.
- Pero eso no nos importaba. Éramos jóvenes y con muchas ilusiones, que aún tenemos.
REFLEXIÓN:
Estos veinte años han sido maravillosos y aunque ha habido momentos malos, han sido más los buenos. Tenemos tres hijos estupendos. Ha merecido la pena. Si volviera ha nacer, haría lo mismo.
CORREO ELECTRÓNICO:
¡Hola, cariño:
Hoy hace veinte años que nos conocimos en aquel cine. Te voy a buscar al trabajo y vamos al mismo cine. Luego pasearemos de la mano por los mismos sitios de entonces…
CHAUUUUUUUUUUU.