lunes, 2 de mayo de 2011

Ejemplos sobre la forma de tener miedo


Julio Cortázar
nos invita a tener miedo.



Me encontraba sola
en casa. Era una noche de invierno, llovía con intensidad. Había tormentas, truenos y mucho viento.
No podía dormir. Estaba sentada junto al televisor haciendo zaping sin ver nada cuando de pronto hubo un apagón, el miedo se apoderaba de mí por segundos.
Me quede inmóvil en el sofá y tapándome la cara con una manta. Oía ruidos extraños. Sentía la presencia de alguien. No sé cómo pude levantarme y me fui corriendo para la cama. Con las prisas tropecé con algún mueble y algo cayó al suelo que se rompió, ya sí que creía morir de miedo. Cuando por fin llego al dormitorio noto que una ventana está entre abierta, seguro por el aire, y las cortinas se balanceaban. Vuelvo a levantarme para cerrarla y de nuevo tropiezo y ahora sí que me caigo. Fue horrible. Por fin llego la luz y el sueño me venció A la mañana siguiente desperté y me reía de mi misma y pensé que todo era creado por la imaginación.

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