martes, 26 de abril de 2011

La carta

Como unas cuantas líneas pueden cambiarte la vida...

Imaginad que recibís una carta que revela un misterio, una carta de una amistad perdida, una carta con buenas o tremendas noticias...
Este podría ser el comienzo de vuestro relato:

Tenía el corazón en la garganta: no había recibido nunca una carta similar.


Tres años habían pasado desde que el se fue.

Me dejo el alma rota y llena de dolor . Se marcho un día gris del mes de enero y me prometió que volvería pronto.

Tenia que resolver unos asuntos pendientes. Nos despedimos en el portal de mi casa y con los ojos llenos de lágrimas nos dijimos adiós.

Pasaban los días, semanas, meses y no tenia noticias suyas, aunque yo si le escribía.

Esperaba aquella carta que no llegaba. La desesperación se apoderaba de mí. Mi vida era un calvario.

Apenas comía y era incapaz de conciliar el sueño, así estuve meses. Hasta enferme.

Al cabo de un año fui aceptando esta situación, aunque sin llegar a olvidarlo del todo.

Lo seguía recordando de vez en cuando.

Un día que llegue del trabajo un poco desanimada, pues las cosas no iban bien.

Como decía llegué a casa y alguien me dijo:

tienes una carta.

No le dí la menor importancia, pensé, otra factura o publicidad.

Abro la carta y me quede de helada, no podía creerlo. Era de él.

¡Que sorpresa!, pero según iba leyéndola más sorprendida me quedaba.

Decía:

Perdona por no haber escrito antes.

He estado muy ocupado.

Me he casado y soy muy feliz.

Aunque ha pasado mucho tiempo tenia que decírtelo.

Espero que me perdones y deseo que seas muy feliz.

Manuel

Pienso que ojala nunca hubiera llegado esa carta. Aveces es mejor no saber la verdad.

2 comentarios:

  1. ¡¡Que bien escribe, Pepa.!! Me ha encantado...sigue asi, amiguita del alma; que tienes alma de Poeta....besooosss.

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  2. Espero que nuestras cartas sean siempre de alegría al mismo tiempo que nuestros comentarios. Felicidades.

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