lunes, 7 de junio de 2010

Hace calor...

Bueno, vamos a ser un poco atrevidas porque el ejercicio de hoy consiste en escribir un relato erótico en el que tengan cabida las siguientes palabras:


redoble, jaleo, mugido, martilleo, rasgadura, cascabeleo, estrépito.


Hacía bastante calor, era una tarde de agosto.
Habíamos quedado en aquel hotel en la misma habitación, como cada jueves.
Yo esperaba ansiosa echada sobre la cama semi desnuda con un minúsculo camisón que dejaba entre ver mis encantos que tanto le ponían.
Mientras venía me entretenía viendo la tele. Daban unas imagenes de alguna feria de algún pueblo, era de ganado y se escuchaba el mugido de vacas y el redoble de tambores.
Con tanto jaleo ya me estaba poniendo nerviosa y decidí apagar el receptor.
El aire acondicionado al parecer no funcionaba y yo me moría de calor, opté por tomar algo frío.
De pronto llego sin estrépito, pero yo ya sabía que estaba allí por el cascabeleo de sus llaves al sacarlas de algún bolsillo.
Fingí no haberle oído y me desabroche el camisón. Se acerco sigilosamente por detrás y comienzo besandome el cuello y de un tirón hizo rasgadura mi ropa interior.
Me tumbo en el suelo, se abalanzo sobre mi, apretó con fuerzas mis pechos .
El estaba frenético, yo creí enloquecer de placer cuando por fin me penetró.
A la mañana siguiente nos despertó como un martilleo en la puerta...










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